Si señor, para mi y para todos los habitantes de mi pueblo, el otoño no empieza el 21 de septiembre, si no el 13 de octubre, es decir, el día siguiente de que acabe la feria. Ha sido divertida y agotadora, como todos los años. Ha sido tan divertida como para estar hablando de ella todo el año, y tan agotadora como para no estar triste cuando acaba, sino más bien, aliviada. Y así me gusta a mi que sea. Y es que una de las pocas cosas buenas que tiene estar en el paro es que puedes disfrutar de estas cosas a tope como cuando tenías 15 años.
Y ahora a comenzar mi nueva vida como opositora... y arroparme con la mantita viendo llover por la ventana.
3 comentarios:
Oye, hermanita, breve, pero es un comentario muy bueno. Irónico, mordaz, con un par de frases muy buenas. Anda anímate y retoma el gusto por la escritura. Eso sí, empezando antes por la lectura ¿empezaste ya el libro que te regalé? Un beso.
No te basta con regalarme la wii, sino que ahora te metes en mi blog a lanzarme alagos y levantarme el ánimo!! ¿Es que nunca tienes suficiente? jaja. Muchas gracias por todo, y perdona por lo mucho que me meto contigo, aunque la mayoría de las veces te lo merezcas, jeje. Besitos
Lo que hace falta es que lo continues. Un ratito de vez en cuando, alguna reflexión que otra seguro que te sienta bien. Y de paso a mi me alegras la mañana. Ya sabes que es coco también es un músculo.
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